El primero es el terrorismo.
Y sin embargo, el terrorismo no existe. No. En absoluto.
Es sólo una etiqueta infamante con la que quien tiene poder ataca a alguien que quiere arrebatarle el poder (normalmente con violencia).
Además, es una palabra redonda porque lleva tres erres: suena contundente, es sonora, impone.
Y al final, quien gana (sea porque conserva el poder sea porque lo conquista), se lleva la palabra y su poderoso e infamante sonido. Todo es cuestión de ganar o perder.
Veámoslo con algún ejemplo de actualidad: el conflicto que enfrenta EEUU, la OTAN y Europa con Rusia a propósito de Ucrania:
Moscú acusa a Ucrania ya Occidente de "terrorismo"
Rusia acusa a Ucrania de "organizar actos terroristas"
El Parlamento Europeo señala a Rusia como Estado promotor del terrorismo
Grupo Wagner: el grupo terrorista clave para Rusia en la invasión a Ucrania
Osease, como decía el gran Ramón de Campoamor: "En este mundo traidor / nada es verdad ni mentira / todo es según el color / del cristal con que se mira", y nos recuerda el dicho de un alto mando aliado durante los juicios de Nuremberg al final de la segunda guerra mundial: "suerte que hemos ganado la guerra, sino ahora nosotros seríamos los criminales de guerra".
De modo que, para seguir con el ejemplo de actualidad: quien al final gane en Ucrania -porque al final acabará ganando alguien- definirá al perdedor como terrorista
Una vez vista la relatividad de la etiqueta, expliquémonos un poco.
Quien manda (sea un estado o un orden internacional) tiene el monopolio "legítimo" (atención al término milagroso: sólo con decir "legítimo" todo está permitido) de la violencia de modo que cuando la violencia se ejerce desde estos poderes es normal. En cambio, cuando la violencia se ejerce contra el poder (que, insistimos, puede ser el de un estado concreto o el de un orden internacional), éste la criminaliza y define como delincuencia, utilizando el término “terrorismo” en esta criminalización. El terrorismo es, pues, el término con el que se criminaliza y define como delincuencia el uso de la violencia contra el poder del estado o de un orden internacional más o menos poderoso.
Algo más de análisis:
El terrorismo es una violencia que suele ser respuesta a una violencia política previa. Si se admite que la guerra es la continuación de la política por otros medios (violentos), la respuesta violenta suele ser consecuencia de una violencia previa:
La violencia previa:
La violencia previa suele estar legitimada (de nuevo la palabra mágica) porque se hace desde el poder, y puede manifestarse de varias formas:
· La violencia que han ejercido todas las metrópolis coloniales (bélica, económica, política y cultural como mínimo). A esa violencia responde la violencia de los movimientos de liberación nacional.
· La violencia bélica (y política) de los vencedores de una guerra (y/o los invasores de un territorio). A esta violencia responde la violencia de los derrotados e/o invadidos: guerrilleros, maquis, partisanos, fedayins, yihadistas, etc.
· La violencia del poder occidental que impone un modelo geoestratégico mundial (que es global: económico, político, cultural y religioso). A esta violencia responde la violencia internacional del yihadismo (que no es exclusivamente religiosa sino también global)
· Y también, la violencia de las clases sociales dominantes en caso de grave conflicto social, como fue América Latina de la segunda mitad del siglo pasado, que explica las respuestas violentas (desde el Che Guevara hasta las guerrillas urbanas o rurales como los tupamaros o los montoneros)
Y la violencia de respuesta:
· Mientras la violencia de respuesta no gana, se la suele denominar terrorismo (y obviamente se la criminaliza y tipifica como delincuencia),
· Si gana, se convierte en el nuevo poder e implementa un nuevo orden social (demográfico, económico, político y cultural) que a su vez funcionará con una violencia que ahora será “legítima” porque se llevará a cabo desde el poder.
En conclusión:
Cuando la violencia política se ejerce contra el poder (sea del estado, sea internacional), éste le llama terrorismo.
Cuando la violencia política se ejerce desde el poder es normal y queda legitimada.
Y algunos ejemplos
Insistamos una vez más, a riesgo de ser pesados, el uso de la violencia física (incluso el mismo hecho de matar) es muy diferente:
· Según lo hagan los palestinos (terrorismo) o el estado de Israel (legítima defensa);
· según lo hagan los yihadistas (terrorismo) o los soldados occidentales (defensa del orden internacional);
· según lo hicieran los guerrilleros españoles que habían perdido la guerra civil (terrorismo) o el ejército franquista que la había ganado (defensa del orden).
· según lo hiciera ETA (terrorismo) o lo hicieran la Policía y la Guardia Civil (defensa del orden).
· En dimensión internacional, matar norteamericanos en las torres gemelas de Nueva York es terrorismo; mientras matar afganos, iraquíes, libios, o yemeníes, en Afganistán, Irak, Libia o el Yemen, es defensa de un orden internacional o incluso lucha contra el terrorismo
Los ejemplos históricos confirman esta diferente definición del uso de la violencia según se tenga o no el poder (en el primer caso violencia legítima y en el segundo terrorismo):
· Por ejemplo, el actual Estado de Israel tiene su inicio en la violencia del Irgun (responsable del atentado terrorista contra el hotel rey David de Jerusalén); Irgun se integró en el ejército del estado de Israel -el tsahal-, y ahora el estado de Israel, con el poder de haber ganado todas las guerras contra los árabes, define la violencia defensiva de los palestinos como terrorista
· Por otro ejemplo todas las luchas de liberación nacional: mientras las iba ganando la metrópoli colonial eran calificadas de terroristas; pero cuando los movimientos de liberación fueron ganando y consiguiendo su independencia y el poder, definieron las nuevas normalidades ( a través de los aparatos de los Estados que habían conquistado).... Hasta el punto de que, cuando en sus sociedades han ido apareciendo posteriormente oposiciones violentas, las han definido como terroristas. El caso más paradigmático es el de Argelia, donde el FLN pasó de grupo terrorista a partido único detentador del poder; y cuando al cabo de unos años se encontró con una oposición armada (el GIA –grupo islámico de liberación-) lo definió como terrorista y llegó a anular unas elecciones porque los candidatos del GIA habían ganado
· Más ejemplos: los golpes de estado, que si triunfan establecen una nueva legalidad y pueden asesinar a los anteriores definidores de la normalidad (Franco, Pinochet, etc,), mientras que si fracasan se les mata a ellos por sediciosos o incluso terroristas. De hecho, todas las guerras civiles forman parte de esta violencia.
Y un mínimo apunte sobre "el terrorismo de estado"
Los estados, que son "el Consejo de administración de la clase dominante" han evolucionado al ritmo que lo ha hecho la dominación de clase; y así han pasado de ser estados leviatán (estados severos preocupados por mantener el monopolio de la violencia legítima: vigilar y castigar) a estados empresas de servicios (preocupados por dar a sus ciudadanos/clientes servicios que éstos compran con su voto y pagan con sus impuestos)
Con el estado Leviathan el concepto “terrorismo de estado” hubiera sido un oximoron: si es terrorismo no es del estado y si es del estado no es terrorismo: Leviathan es, por definición, violento (es el estado weberiano: monopolio de la violencia legítima)
Con el estado empresa de servicios, el uso ineficiente de la violencia se puede criminalizar e incluso definir como terrorismo de estado... ¡siempre y cuando se descubra! (un estado eficiente suele tapar bien su violencia). De hecho, el concepto "terrorismo de estado" se utiliza sólo para las "chapuzas" (término castellano significativamente intraducible a cualquier otro idioma) del estado, como muy bien sabemos en nuestro país
Y el segundo fantasma: el Islam una religión de combate
En Occidente, con la simpleza que nos caracteriza, hemos asociado terrorismo con Islam y nos hemos quedado tan anchos, y hemos decidido que el Islam es terrorista y santas pascuas.
Y bien, todas las organizaciones religiosas mono-teístas luchan por el mono-polio del poder, y lo hacen con violencia (¡faltaría más, de eso van las guerras santas!). Y el islam no es una excepción.
Más aún, ha sido la religión de los parias de la tierra mientras el cristianismo era la religión del occidente triunfante, invasor y colonizador.
Y como en Occidente la identidad es política (somos españoles o franceses o italianos o etc, y vamos a la guerra por España o Francia o Italia o etc), hemos exportado este tipo de identidad a los pueblos colonizados (identidad artificial, estados artificiales, conformidad artificial).
Cuando estos pueblos se nos han rebotado y luchan contra el poder occidental, han encontrado su identidad (y su unidad) no en las identidades artificiales impuestas por Occidente sino en lo que les une e identifica realmente (y también contradictoriamente como sabemos por sus luchas internas) que es el Islam.
El Islam es, pues, una religión de combate contra el poder occidental. Y eso en Occidente da mucho miedo. Y por eso el Islam tiene mártires como tenía el cristianismo en la oposición. Y por eso en Occidente hablamos del "terrorismo islamista". Y por eso en Occidente no nos enteramos del papel del islam en el combate de emancipación… Y por eso en Occidente "vamos de victoria en victoria hasta la derrota final"
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